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Casa Histórica. Museo Nacional de la Independencia

Güemes y un sueño de libertad

Este 2021 se cumplen doscientos años del fallecimiento del caudillo y general salteño y como forma de conmemoración a su figura, decidimos analizar diferentes aspectos de su legado para acercarnos a la historia de este patriota decisivo de la libertad sudamericana. En esta primera entrega, veremos su infancia y juventud.

Martín Miguel de Güemes fue un líder, un revolucionario que apostó por la emancipación del dominio español. Gracias a su influencia sobre los sectores populares, organizó una milicia gaucha que puso en jaque los avances de las tropas realistas. Durante varios años, fue la vanguardia de la revolución en los territorios de Salta y Jujuy. Sin su tenaz guerra de guerrillas, el cruce de los Andes hubiera sido imposible para San Martín. Sin embargo, las controversias planteadas en torno a su figura han complejizado el rescate de su memoria desde lo historiográfico.

El General en la batalla

Martín Miguel nació en Salta en febrero de 1785. Su padre, Gabriel de Güemes Montero, se había trasladado en 1784 desde Jujuy hacia dicha ciudad, ya que era custodio de las Reales Cajas. La Intendencia de Salta del Tucumán, en el marco de las reformas aplicadas por los Borbones, había quedado formalmente establecida en enero de 1784. Esta situación explica el origen salteño de Martín Miguel, a pesar de que Magdalena Goyechea, su madre, integraba una de las redes familiares más antiguas y extendidas de Jujuy, cuyo linaje se relacionaba con los fundadores de esa ciudad. Además, los Goyechea ocupaban numerosos cargos en el cabildo jujeño.

En palabras de Sara Mata, los Güemes Montero disfrutaron las comodidades de las cuales gozaban los funcionarios coloniales. En el caso de don Gabriel, ocupaba el cargo de Ministro de la Real Hacienda. Esta ubicación le permitía obtener un ingreso suficiente para brindar educación a sus hijos y favorecer alianzas matrimoniales ventajosas en el seno de la sociedad local. La pertenencia por matrimonio a una familia de linaje en Jujuy no le incluía en la élite de la ciudad de Salta, capital de la Intendencia, y si bien los Goyechea poseían en Jujuy propiedades rurales, no era éste el caso de la familia Güemes, cuya fortaleza en la sociedad salteña residía precisamente en el cargo de Gabriel como Tesorero de la Real Hacienda. Para el ejercicio de ese cargo, como para cualquier otro de la administración colonial, debía depositar una importante suma de dinero en calidad de fianza, que en este caso le fue facilitada por destacados vecinos, todos ellos comerciantes y estancieros dedicados al comercio de mulas.

La infancia de Martín Miguel y de sus hermanos (siete varones y dos mujeres) transcurrió en Salta en una casa alquilada por la administración colonial a Manuel Antonio Tejada. En los años previos a la revolución, los Güemes lograron posicionar a la familia en la elite salteña. Las dos hijas mujeres de Gabriel lograron concertar matrimonios que las enlazaron con familias de importante riqueza. Mientras tanto, los dos hijos mayores cursaron estudios. El primogénito obtuvo el título de doctor en leyes en la Universidad de Chuquisaca. El segundo, Martín Miguel, siguió la carrera militar e ingresó como cadete al 3er. Batallón del Rey “Fijo de Buenos Aires”, destacado en Salta.